Es importante aclarar que solo un número reducido de MiPymes son comercializadoras de productos importados, sin embargo, son estas las que están bajo la mirada crítica de muchos tanto fuera como dentro de Cuba.
La percepción negativa hacia las MiPymes en Cuba, que se refleja fundamentalmente en redes sociales, puede deberse a una serie de factores específicos de la situación económica y social del país.
Escasez de productos: Cuba ha experimentado escasez de productos básicos y bienes de consumo durante mucho tiempo. Esto puede generar resentimiento y frustración entre los ciudadanos que tienen dificultades para obtener lo que necesitan.
Desigualdad en el acceso a productos: La brecha entre aquellos que tienen la capacidad de pagar precios más altos y aquellos que no, genera sentimientos de injusticia y exclusión. Los cubanos que no pueden permitirse comprar productos a precios más altos pueden ver a las MiPymes que comercializan productos importados como aprovechados que se benefician de la situación de escasez.
¿Precios altos o salarios bajos?
La depreciación del peso cubano frente a otras monedas extranjeras aumenta el costo de vida, ya que los productos importados se vuelven más caros. Esto puede hacer que los salarios parezcan aún más bajos en comparación con el costo de los bienes y servicios.
Además, la existencia de un mercado informal de divisas y la fluctuación de la tasa de cambio en ese mercado pueden generar desigualdades y distorsiones en la economía cubana. Algunas personas pueden tener acceso a divisas extranjeras y beneficiarse de las oportunidades que esto ofrece, mientras que otros no tienen acceso a estas divisas y se ven limitados en sus opciones de consumo.
Esta disparidad en la capacidad de compra genera frustración y descontento entre los consumidores cubanos, ya que sus salarios no son suficientes para cubrir sus necesidades básicas y acceder a ciertos bienes y servicios.
Para abordar esta situación, se requieren políticas económicas y monetarias efectivas que promuevan la estabilidad y el crecimiento económico, así como la mejora de los salarios. Además, es fundamental trabajar en el fortalecimiento de la economía interna, la diversificación productiva y la promoción de la inversión y el emprendimiento para mejorar el nivel de vida de los cubanos.
Percepción de ilegalidad o informalidad: Los ciudadanos pueden ver a las MiPymes como actores que operan al margen de la ley y sin cumplir con las regulaciones fiscales y comerciales establecidas.
La presencia de revendedores que operan fundamentalmente en redes sociales, generan resentimientos y una percepción negativa hacia la actividad de las MiPymes, que son actores legítimos que siguen las regulaciones y pagan impuestos.
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Comunicación y transparencia: Las MiPymes deben enfocarse en comunicar de manera clara y transparente su modelo de negocio, resaltando el valor que aportan a los consumidores y la economía en general. Es importante explicar cómo funcionan, qué servicios brindan y cómo cumplen con las regulaciones y obligaciones fiscales.
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¿Existe una campaña de descrédito?
Es posible que desacuerdos políticos con el gobierno, tengan como objetivo desacreditar cualquier actividad económica que no esté en línea con intereses o perspectivas de aquellos que odian o destruyen.
Estas campañas pueden influir en la opinión pública a través de la difusión de información negativa o distorsionada sobre estas formas de gestión empresarial, que constituyen un proyecto de vida para muchos cubanos dentro y fuera de Cuba.
Para contrarrestar este tipo de campañas, es importante promover la transparencia, comunicar de manera clara y efectiva la labor y los beneficios de las MiPymes, y generar confianza en el mercado cubano a través de la calidad de sus productos y servicios.
Es fundamental que la población cubana tenga acceso a información veraz y objetiva sobre las MiPymes, su contribución a la economía y su impacto positivo en el desarrollo local. De esta manera, los ciudadanos pueden formar su propia opinión informada y basada en hechos, en lugar de dejarse influir únicamente por campañas de descrédito.
Falta de conocimiento sobre el modelo de negocio: La falta de información o comprensión sobre el modelo de negocio de las MiPymes comercializadoras puede llevar a malentendidos y a equipararlas erróneamente con los revendedores. Si la población no está familiarizada con la función y el valor agregado que pueden aportar, es posible que las perciban de manera negativa.
La educación, la transparencia y la promoción de buenas prácticas pueden contribuir a cambiar estas percepciones y fomentar una visión más positiva en el mercado cubano.
Las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPymes) desempeñan un papel crucial en la economía y tienen una serie de ventajas y beneficios que las hacen importantes.
Satisfacen las necesidades del mercado local, son flexibles y ágiles en su operación, establecen relaciones cercanas con los clientes, fomentan la competencia y la diferenciación, promueven el crecimiento económico local al generar empleo y promover el comercio en la comunidad. Estas empresas son fundamentales para impulsar la economía y ofrecen opciones variadas y adaptadas a las necesidades de los consumidores en sus comunidades.
Es importante tener en cuenta que estas percepciones negativas hacia las MiPymes pueden variar entre las personas y no reflejan necesariamente la opinión de todos los cubanos. Además, las circunstancias económicas y sociales están en constante evolución.
Déjanos tus comentarios y en el próximo post daremos nuestra opinión sobre: “Como cambiar esa percepción y fomentar una visión más positiva de las MiPymes comercializadoras en el mercado cubano”